Distribuir los invitados en las fincas para bodas puede ser una ardua tarea. Ya os costó un tiempo considerable afinar la lista de invitados, hasta dar con el número de integrantes exacto, ni más ni menos, todos los que queréis que estén allí; pero su distribución en el gran día requiere de gran habilidad.
 

Claves para distribuir los invitados en una finca para bodas

Piensa en lo más lógico y combina tus conclusiones con una pizca de alegría, para ayudar a todos los asistentes a entablar conversación, amistad y… en algunos casos algo más, con el resto de invitados.

  • Comodidad: sitúa a las personas mayores en la zona más cercana a los accesos y lavabos. Si para tu boda has pensado en un cóctel, no te olvides de tener previsto incorporar unos asientos en la decoración.
  • Planes que salen bien: mezclar a los invitados a tu boda es más sencillo cuando algunos de ellos ya se conocen. Haz que coincidan en las mesas y serán el nexo de unión de cada pequeño grupo, sirviendo de gran ayuda para quienes no se conocen a la hora de romper el hielo.
  • Seguridad: evita sentar cerca a personas que sabes que son demasiado tímidas o que tienen personalidades muy opuestas. Mejor integrarlos en grupos y zonas más heterogéneas.

Errores al distribuir los invitados en una boda

No caigas en ninguno de los tres errores más comunes que te planteamos a continuación y tu boda será un éxito:

  • Separación: el principal error es sentar juntas a personas sólo de la misma familia o del mismo grupo. Las consecuencias se pagan a la hora del final de la velada, cuando, al llegar el baile, parece que existen dos bandos de una misma boda que no se atreven a fusionarse.
  • Edad: las mezclas tienen un límite. Los rangos de edades son una manera muy oportuna de distribuir a tus invitados en la finca para bodas y es además una opción con muchas probabilidades de éxito.
  • Cupido: no juguéis a casamenteros. Es verdad que un refrán popular dice que de cadaboda surge otra, pero dejad que sean las musas quienes se encarguen de hacerlo posible, forzar la situación desde la planificación sólo conduce a situaciones incómodas que pueden incluso tornarse grotescas.

Créditos fotográficos: Jon Day