Una boda de invierno siempre te ha provocado admiración y envidia sana a partes iguales. Esas novias valientes, elegantes, que dan el sí quiero contra tiempo y marea y llevan el chic a otro nivel gracias a decoraciones espectaculares y propuestas de catering de tendencia. Dentro de muy poco, tú serás una de ellas y, por eso, antes del gran día necesitas estar preparada para algunos imprevistos que podrían requerir un plan B.

Esperar lo mejor y prepararse para lo peor es la estrategia que mejor funciona, la que te garantiza el éxito y te asegura no perder la sonrisa. Al pensar en una boda de invierno, lo primero que suele venirnos a la cabeza es el frío, como inconveniente para, por ejemplo, cenar junto con el novio y tus invitados en el jardín de la finca para bodas elegida. En realidad, esto no es así, ya que es perfectamente viable una boda de invierno en la que se disfrute fuera, como prueban los siguientes ejemplos:

  • Una ceremonia itinerante, que recorra la finca, con sus espacios exteriores e interiores. El sí quiero de una forma distinta, mucho más creativa y divertida. Ten preparadas unas botas de agua a juego con alguno de tus accesorios o con el ramo y asegúrate de regalar a todas tus invitadas un protector de tacón para hacer sus stilettos todoterreno. Si quieres un golpe de efecto único en las fotos, dispón paragüeros con sombrillas y paraguas de todos los colores, por si acaso la comitiva de invitados que se anime a seguiros el ritmo los necesita.

  • Aperitivos servidos en el patio del lugar escogido, con una decoración simulando un mercadillo navideño y deliciosas propuestas gastronómicas en cada parada, listas para reconfortar incluso al más friolero de los invitados. Habla con el servicio de catering que elijas para que no falten los caldos y consomés.

  • Una alternativa al momento del baile en el exterior. Donde, por ejemplo, puedes crear tu propio cigar corner, junto a varias estufas que alberguen a los fumadores entre canción y canción.
  • La recena más castiza. Por supuesto, tiene que servirse en un espacio exterior, igual que la noche que os conocisteis, que terminó con un riquísimo chocolate con churros después de las copas.

Una vez desmontado el mito de la climatología como barrera a los planes más geniales para una boda de invierno, sí que es verdad que necesitas tomar algunas precauciones, que te ayudarán a tomar control de cualquier situación.

 

Boda de invierno, novia precavida

En verano puede pasar de todo, pero es verdad que, en una boda de invierno, el umbral de riesgo se eleva ligeramente… nada que no puedan solucionar algunas precauciones y un buen plan B.

  • Carreteras heladas que impiden que el reportaje fotográfico de boda se lleve a cabo en el enclave predeterminado: antes de tu gran día, habla con el fotógrafo para seleccionar un par de ubicaciones alternativas, con mejores accesos, que sirvan de solución.

  • Vuelos cancelados e invitados esperando en un aeropuerto remoto: si bien en Madrid las condiciones no suelen llegar a ser extremas, sí que puede suceder que en el país de residencia de algunos invitados la nieve y el mal tiempo no permita que los aviones despeguen. Organiza una fiesta preboda y algunas actividades previas a esa fecha para reunirte con ellos y asegurar que estarán en suelo español antes de que las nevadas les dejen aislados en otros lugares.

  • Tormentas que provocan cortes eléctricos: para que no falte la banda sonora que has escogido para avanzar hacia el altar, degustar el menú de boda o bailar hasta el amanecer con amigos y familiares, consulta con los responsables de la finca para bodas la posibilidad de disponer de un generador de emergencia, de modo que, si se va la electricidad, al menos exista una fuente de respaldo.
  • Fuertes vientos que complican el transporte por carretera hasta la finca: vela por la seguridad de quienes te han confirmado su asistencia a tu boda de invierno y contrata un servicio de transporte que les recoja en la capital y les lleve hasta donde se encontrarán contigo.
  • Temporal de viento y nieve que os deja prácticamente aislados: ante esto, nada se puede hacer, excepto asegurarte de haber contratado al mejor servicio de catering que hará que la prolongación de la estancia en la finca elegida sea mucho más agradable y suculenta.


Ya estás lista para superar cualquier dificultad que pudiera presentarse en tu boda de invierno y sólo te falta terminar de cerrar todos los detalles, por eso, no puedes olvidarte de:

  • Elegir un vestido de novia y complementos acordes con la estación. Y, si no quieres casarte con manga larga ni cuello cerrado, da un toque de estilo a tu imagen añadiendo una estola de piel o una chaquetita de mohair.
  • Al pensar en los detalles para invitados, prioriza tu sentido práctico y escoge para ellas chales y pashminas elaborados localmente con materiales de calidad, para ellos, gorros de lana.

  • Piensa en su bienestar y recíbeles con un café muy calentito, aromático y recién molido a su llegada a la finca.
  • Cambia el menú de boda, adaptándolo a la climatología, y apuesta por algo más consistente, con platos de cuchara y vinos crianza que los rieguen.


¿Cómo imaginas tu boda de invierno? ¿Qué imprevistos has vivido en celebraciones en estas fechas a las que has asistido como invitada? ¿Qué tienes pensado para hacer que los inconvenientes se conviertan en oportunidades de poner un punto original al sí quiero?