En la planificación de toda boda, llega un inevitable momento en el que hay que tomar una decisión importante. Es la de casarse ante doscientos o trescientos invitados o apostar por una de esas bodas pequeñas de las que siempre se guarda un buen recuerdo.
Muchas novias prefieren que su gran día se celebre en un ambiente más íntimo, que la fiesta sea lo más privada posible y que sólo el círculo cercano de amigos de toda la vida y familia directa presencien el momento del sí quiero. Si es tu caso, tu objetivo ha de ser lograr una boda diez en la que tú disfrutes como nunca y donde todo el mundo lo pase bien desde el primer momento.
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Propuestas divertidas para bodas pequeñas

Las bodas pequeñas ofrecen muchas posibilidades que en otras de mayor tamaño nunca podrían llevarse a cabo. La ventaja es que, como además tienes más tiempo para planificar, puedes ocuparte de:

  • Personalizar al máximo tu gran día.
  • Encargarte de la elaboración de los detalles de boda caseros.
  • Diseñar un plan que garantice que los invitados no dejen de sorprenderse.

A diferencia de las bodas multitudinarias, las bodas pequeñas pueden adoptar un ritmo más rápido, que se nota especialmente en la transición entre las diferentes fases de la celebración. Esta agilidad te permite:

  • Invertir un poco más de tiempo en el momento del aperitivo y basarlo en espectáculos de comida en directo. El showcooking se puede complementar con bodegones para que disfrutéis de las mejores tapas o especialidades de la cocina del mundo que prefieras.

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  • Combinar el momento del baile con un área chill out. De esta forma, todos los invitados pueden encontrar su opción favorita: quienes quieren bailar sin parar pueden acercarse a la pista y no dejar de moverse al ritmo de la música que hayas elegido para tu boda. Los que prefieren una atmósfera más relajada pueden disfrutar de un espacio lounge que hayas decorado convenientemente para crear ese ambiente bohemio y distendido que les ayudará a sentirse como en casa.
  • Introducir juegos o algún otro tipo de entretenimiento a lo grande: un castillo hinchable, una piscina de pelotitas de colores tamaño gigante, un fotomatón, una carrera de sacos, un juego de conecta cuatro o de tres en raya en su versión XL, una ruleta donde la aguja marcará la acción a llevar a cabo (que se besen los novios, por ejemplo) o una piñata con alguna forma divertida y de la que caerán dulces, confetti o lo que tú elijas.
  • Preparar una re-cena en condiciones, y tomarte tu tiempo para disfrutarla como sólo en las bodas pequeñas se puede hacer. En el momento de la re-cena puedes aprovechar para hacer un guiño a alguno de tus temas favoritos, como Italia, los viajes, el cine o las meriendas de la infancia.