Revistas de novias, foros, publicaciones en internet, el blog de El Laurel o el de Fincas y Bodas, tus planes antes del gran día y las 24 horas más intensas de tu vida giran en torno al mismo tema, pero, en realidad, cuentan historias completamente distintas.

De todas esas historias te queremos hablar, mejor dicho, queremos que sean las mismas novias quienes te cuenten, en primera persona, los secretos del día de su boda.

Con la boda de Elvira y Diego iniciamos un espacio dedicado a compartir experiencias, ideas y secretos. ¿Sabes qué es lo más divertido de organizar una boda? ¿Te imaginas de qué se suelen arrepentir todas las novias después de la celebración? ¿Te apetece conocer una perspectiva diferente y más personal de una ocasión tan especial?

ORGANIZACIÓN DE LA BODA

La boda de Elvira y Diego empezó con el reto que los novios se propusieron, de lograr que su gran día fuese diferente a cualquier otro. Alcanzar esta meta les aseguró la diversión y les sumergió en una búsqueda que les llevaría meses

Sin embargo, a pesar de tenerlo todo bien pensado, lo que Elvira no se podía imaginar es que, al acabar una jornada para el recuerdo, se le quedaría algo en el tintero. Y es que, de lo que más se arrepiente, es de no haber tenido tiempo de disfrutar de la cena, entre la emoción del momento y la atención que no dejaron de profesar a amigos y familiares.

Así nos lo comentaba ella misma:

¿Te gustó organizar tu boda? ¿qué fue lo mejor?

Sí, nos gustó mucho organizar nuestra boda. Lo más divertido fue pensar en cómo hacer que fuera diferente a otras donde habíamos estado y pensar mucho en detalles que pudieran sorprender (y agradar) a nuestros invitados; pensar en cómo organizar los espacios, qué bebidas no podrían faltar, cómo tener en cuenta a los niños…

¿Qué temáticas consideraste para tu gran día y cuál es la que al final llevaste a la práctica?

No pensamos en ninguna temática concreta, sí en que la decoración fuera acorde con la estética de los colores del castillo, la zona ajardinada y el atardecer de verano. Mi hermana nos diseñó algunas de las cosas más bonitas, como el protocolo, los números de mesa y las minutas.

¿Cuál fue la mayor dificultad a la que te enfrentaste durante la fase de planificación de tu boda?

En pensar en el plan B en caso de que nos lloviera. El plan principal era todo al aire libre sin opciones inmediatas para resguardarnos en caso de que hiciera falta, y contar con esa incertidumbre hasta el final no fue nada fácil.

Si pudieras hacerlo de nuevo, ¿qué harías diferente?

Iluminaríamos más la zona de cóctel. La celebración religiosa se alargó más de lo esperado y como consecuencia, en el tramo final del cóctel se nos hizo de noche y la luz que teníamos era principalmente decorativa.

¿Te costó sentar a tus invitados? ¿Lograste hacer mesas divertidas y que congeniaran?

La verdad es que no nos costó mucho. Optamos por una opción algo arriesgada de mezclar a primos de las dos familias y a amigos de diferentes grupos que no se habían visto antes, y ¡parece que funcionó muy bien!

Con el estrés de un día de boda, por hablar con cientos de invitados, comer a veces se pasa por alto. ¿Conseguiste disfrutar de la cena?

La verdad es que no, ambos coincidimos en que la disfrutamos en las pruebas que hicimos con vosotros, pero en el día de la boda apenas comimos. Saludar a tanta gente y la emoción del momento lo hace bastante complicado.

¿Tuviste que cambiar tu plan por la lluvia o el calor?

No tuvimos que cambiarlo, pero dejamos instalada la estructura de una carpa por miedo a una posible tormenta de verano. ¡La de veces que pudimos mirar las predicciones del tiempo los dos o tres días anteriores!

FINCA PARA BODAS

Elvira ya tenía una idea de cómo quería que fuese el escenario donde tuviese lugar la celebración tras el sí quiero, ¡nada menos que un castillo! El plan de los novios era alargar la fiesta y que, en vez de limitarse a un único día, abarcase un fin de semana completo. En su búsqueda se dejaron guiar por la intuición, pero siempre tuvieron en cuenta la comodidad de los invitados y la logística de la planificación. Con su acertada elección lograron reducir los desplazamientos y que las distancias pudiesen recorrerse a pie, para disfrutar aún más del entorno.

Desde su experiencia, Elvira resalta la importancia de conocer los servicios que la finca para bodas pone a disposición de los novios y sus invitados, para evitar sorpresas; y también llama a confiar un poco más en la suerte en o que respecta a la climatología porque, si volviese a la organización de su gran día, probablemente no sería tan precavida, ¿quieres saber por qué?

¿Cómo supiste que la que tenías delante era la finca donde darías el sí quiero?

El castillo nos gustaba mucho desde el principio, sin apenas decoración añadida es un lugar que tiene magia por sí solo y la localización de Pedraza tenía muchas ventajas; el hecho de que nuestros invitados pudieran desplazarse andando entre los alojamientos, la iglesia y el castillo era un punto muy a tener en cuenta. Además de esta manera conseguíamos estar “un fin de semana de boda” y no sólo una tarde, con las ventajas que eso supone para poder disfrutar de más momentos con nuestros invitados y esa sensación de que “todo el pueblo está de boda”.

¿Cuál era tu mayor preocupación antes del gran día con respecto a la celebración y los espacios?

Que nos pudiera llover, que necesitaríamos reforzar los baños porque los de la finca no eran suficientes y que el suelo de la finca no era regular (especial cuidado para evitar tropiezos o caídas a posteriori).

¿Todo salió como esperabas o había algo que se pudiese haber mejorado?

Todo salió como esperábamos, pero hay que dejar muy claro que no es una finca preparada para eventos y que los propietarios no te dan muchas facilidades, salvo visitar la finca las veces que necesites, asumiendo que todo lo demás que pudieras necesitar corre de tu cuenta.

¿Qué parte de la finca te gustó más al verla y cuál ha quedado más bonita en las instantáneas del reportaje fotográficos de boda?

Nos gustaron mucho las tres zonas, quizá la que ha quedado más bonita en las fotos es la del cóctel. Tenemos la espinita de que la zona de la cena quedó bonita, pero sin la carpa hubiera lucido todavía mucho más.

MENÚ DE BODA

Las decisiones que guiaron a Elvira y Diego a la elección final del menú de boda dejaron constancia de su deseo de volcarse en los invitados. Tuvieron en cuenta las alergias, tanto a la hora de escoger los platos y aperitivos, como al pensar la distribución de las mesas y dar instrucciones al servicio de catering y también pensaron en los niños y en asegurarles la diversión en un día que para ellos también tenía que ser de fiesta.

Además, su gran acierto fue apostar por los espectáculos de comida en directo, que resultaron ser los momentos y platos que más sorprendieron a sus amigos y familiares.

¿Quieres coger algunas ideas?

¿Qué momento o plato del catering fue el que más gustó a los invitados?

Todo el mundo nos dijo que estaba todo muy bueno, quizá entre las cosas que más nos han destacado los invitados se encuentran el Bao de carrillera y el jamón del cóctel y, de la cena, el milhojas de foie y manzana, el solomillo y los postres (la bola de chocolate y la tarta de queso).

¿Cuáles son los menús de boda entre los que más dudaste a la hora de elegir?

Diego dudó con el entreplato (no sabía si prefería un sorbete) y Elvira con el postre (que quería dos opciones muy diferentes de fruta y chocolate).

¿Cómo planteaste el menú para niños y su diversión en tu boda?

Decidimos que su menú también fuera de fiesta, pizza-hamburguesa- helados. Como eran todos muy pequeños, pensamos que les gustaría tener material para pintar y hacer pompas en sus mesas, así que cada niño tenía una bolsita con su nombre con material para divertirse y golosinas.

¿Había invitados con necesidades especiales que necesitases tener en cuenta al elegir los platos del menú o la distribución de los espacios (alérgicos, veganos, niños o personas mayores, por ejemplo)?

Tuvimos varias personas alérgicas que indicamos en la distribución de mesas, y no tenemos constancia de que ninguno de ellos tuviera ningún problema a posteriori. Los niños estaban sentados en las mesas con sus padres, así que no hubo que pensar un espacio diferente para ellos.

¿Por qué te decidiste por una cena al aire libre?

Nos gusta más la idea de cena al aire libre porque el ambiente es más agradable, no tienes tanto ruido como en un sitio cerrado y en las noches de verano además es donde te apetece estar.

¿Hubo bodegones, puestos, carritos o cocina en directo en el aperitivo de tu boda?

Sí, hubo bodegones de jamón y quesos, y showcooking de bao de carrillera.

¿Cómo resultó el servicio?

El servicio funcionó muy bien, el único comentario que nos llegó fue que fue algo lento con el menú de los niños, que tardó un poco más de lo que los niños aguantaron (alguno se iba quedando dormido por la hora).

CURIOSIDADES DE UNA BODA ÚNICA

La boda de Elvira y Diego fue única por muchas cosas, ¿te imaginabas que no cortarían la tarta? Contracorriente, hasta en lo que respecta a las tradiciones, puesto que ramo de Elvira no se lanzó, ni se depositó en otras manos, las de la siguiente en casarse, sino que se repartió entre dos amigas muy especiales.

También sorprendieron a los padres con un detalle que igual te animas a incorporar a tu boda, porque a nosotros nos pareció precioso.

Y, disfrutaron como locos, ella a la entrada a la zona de la cena el recibimiento fue apoteósico y él… el instante mágico del novio sorprendió a Elvira al contestar a nuestras preguntas, ¿sabes cuál pudo ser?

¿Qué te gustaría que alguien te hubiera dicho antes de tu gran día?

La verdad es que no se nos ocurre nada…como hicimos una boda bastante participativa, nuestros padres y hermanos ya nos contaron muchas cosas que nos podrían pasar y vosotros también nos disteis muchos consejos útiles desde el punto de vista de organización del evento y los tiempos de cada momento.

Cuéntanos sobre un momento especial que las cámaras no capturaron.

Cuando nuestra fotógrafa (en un alarde de implicación y profesionalidad) por hacer una foto cuando estaban manteando a Diego se cayó de espaldas sin dejar de disparar fotografías.

¿En qué etapa de la boda disfrutaste más del ambiente y la celebración?

De la cena y el baile; en el cóctel estábamos recién llegados de las fotos y llevábamos un poco de sensación de velocidad, la gente pasaba a verte y se iban interrumpiendo unos a otros.

¿A quién sorprendiste con un detalle muy especial?

A nuestros padres, regalándoles un periódico original del día de sus bodas y a nuestras madres con una réplica de sus ramos de novia. Ellos hacían 39 y 40 años de casados ese mismo día, y quisimos hacerles ese homenaje. También le regalamos un ramo de flores a la abuela de Diego, que no se lo esperaba para nada y le hizo mucha ilusión.

¿Con qué tradiciones te animaste y cuáles decidiste que no eran para ti?

Nos animamos con entregar el ramo de novia, aunque lo dividí entre dos amigas que no es tan tradicional. Lo que sabíamos desde un principio que no íbamos a hacer era cortar la tarta ni repartir alfileres para las señoras, ¡segurísimo!

Todo parece pasar en un abrir y cerrar de ojos, pero seguro que hubo momentos mágicos: ¿cuál fue tu parte favorita del día de tu boda?

Para Diego el momento más especial fue cuando entré en la iglesia (¡y me entero ahora!). A mí me cuesta mucho decidirme sólo por uno. Creo que escogeré el momento cuando entramos juntos a la zona de la cena. Sonaba “Viva la Vida” de Coldplay (probablemente mi grupo favorito) y todos hacían girar las servilletas sobre sus cabezas y yo les seguía moviendo mi ramo también en alto mientras nos dirigimos a nuestra mesa.