¿Te ha sucedido alguna vez que tras acudir a una feria no conseguías acordarte ni de la mitad de las empresas participantes? ¿Has pasado por delante de stands sin ni siquiera mirar? ¿Te cuesta pensar cómo hacer que tu espacio expositivo destaque del resto? Tienes claro que no quieres pasar inadvertido. Una feria es una oportunidad única para darse a conocer pero has vivido en primera persona, a uno y otro lado, la indiferencia. No quieres que esto suceda y tienes formas de evitarlo. Descubre cómo atraer visitantes como un imán.

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El espacio expositivo infalible

Al diseñar un espacio expositivo hay algunos puntos que no pueden faltar. Estos elementos invariables son el merchandising, el personal dedicado a dar información y una decoración con el logotipo y los colores corporativos. Hasta aquí acabas de definir al 99% de los stands de una feria. Y ahora, ¿qué se te ocurre que puedes hacer para diferenciarte del resto y captar interesados en tu marca?

Conseguirlo depende de tu capacidad para ponerte en la piel de otros. Tienes que pensar del mismo modo en que lo haría el visitante que acude a una feria, con o sin un propósito en firme. Pese a que un análisis en profundidad permitiría segmentar al público tipo en diferentes grupos, en general, podría decirse que, por delante de tu espacio expositivo deambularán personas que:

  • Han abonado un importe a cambio de acceder a ese recinto, lo que muestra que tienen algún interés en lo que ofreces.
  • Van a tener la opción de conocer cientos o miles de productos y servicios y van a  hacerlo en un espacio de tiempo muy limitado, entre 24 y 72 horas.
  • Pueden llegar a sentirse saturados por la homogeneidad de la oferta.

Estos datos ofrecen dos pistas importantes, que tienen que ver con el estado de ánimo y las necesidades del público objetivo. Estos clientes potenciales tienen una meta, acuden a la feria por algún motivo pero, por encima de todo son individuos sometidos a presión.

Pasillos repletos de gente, bombardeo comercial, elevado nivel de ruido… si se lo pones fácil y conectas con sus necesidades saldrás ganando. Para hacerlo:

  • No esperes a que te encuentren. Informa de la presencia de tu espacio expositivo desde la entrada, por ejemplo a través de pistas que les hagan sentir curiosidad. Evita el estilo comercial agresivo que, en un entorno como éste no daría el resultado que buscas.
  • Prepara tu espacio como si fuera un oasis en medio del desierto. Ayúdales a desconectar de todos los estímulos externos diseñando tu espacio expositivo de forma totalmente inesperada. Consigue que les entre por los ojos y quieran visitar el stand diferente, el tuyo.
  • Dales lo que buscan. Ofréceles un maridaje de cerveza y tapa o de vino y montaditos, entretenles con un showcooking suculento y, cuando ya vuelvan a sentirse ellos mismos, notarás que se muestran mucho más receptivos para escuchar el mensaje que quieres transmitirles.

¿A qué esperas a poner en práctica estas recomendaciones? Notarás la diferencia.