Una boda íntima te da muchas posibilidades para disfrutar al grande de un día único y, a la vez, sorprender a tus invitados. Más allá de todas las opciones de una boda DIY, que en este caso podrías también considerar, existen alternativas para construir recuerdos imborrables de un día diferente.

Cómo lograr una boda íntima inolvidable con 3 propuestas

Está claro que, al tratarse de una celebración donde sólo los más importantes te acompañarán, no pueden faltar unos votos personalizados al máximo para la ceremonia, ni esos detalles de boda para invitados hechos a mano. Con la confianza de celebrar una boda íntima, puede que incluso te atrevas a encargarte tú misma de algunos elementos de la decoración, como el photocall, las señales que guíen a tus amigos y familiares o unos centros de mesa que digan mucho de vosotros.

Pero, si de verdad quieres que tu boda íntima sea la más recordada, tienes que llevar a la práctica ideas como:

  1. Actividades de aventura, para el disfrute de los sentidos o de cualquier otro tipo: un número de invitados limitado te da la ventaja de poder introducir, por ejemplo, una cata de vinos y cervezas con su maridaje de tapas; un recorrido gastronómico por distintos trampantojos, una sesión de fotos absolutamente loca, donde aparecen incluso animales exóticos o, para las más atrevidas, un recorrido por castillos hinchables o un paseo en globo aerostático. Lo importante es disfrutar juntos de algo diferente, que ponga ese punto inesperado en tu boda.
  2. Una degustación de menú alternativa: un número de amigos y familiares más manejable te permite que la comida de tu boda íntima sea tipo cóctel y que éste se recree, por ejemplo, en una avenida de Nueva York, con sus food trucks; o en una playa alejada de todo, donde barcas de pescadores y paradas de madera decoradas con grandes hojas tropicales os invitan a probar los manjares más deliciosos. Otra opción es apostar por el exotismo y hablar con el servicio de catering para que el escenario donde se deguste el menú de boda sea parecido a una jaima, con sus alfombras, cojines, lámparas de luz dorada y mesas bajas. ¿Te imaginas un bodegón árabe y un rincón del té en tu gran día?
  3. …y la sorpresa más grande: cita a tus invitados en la finca donde celebrarás tu boda íntima pero con otro motivo, como puede ser la fiesta de compromiso. A medida que vayan llegando, recíbelos tú misma con el novio, para que se den cuenta del verdadero motivo de celebración o déjales con la intriga, mientras se refrescan con unas limonadas en el jardín, y espera a que lo descubran, y sus sospechas queden confirmadas, cuando te vean caminando hacia el altar.

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