Os volvéis a casar. No lo saben vuestros hijos, ni vuestros nietos, ni el bisnieto chiquitín, pero ya tenéis fecha y hora para decir los votos y daros otra vez el sí quiero. Todo está arreglado y sólo faltan las tarjetas de invitación a las bodas de oro que enviaréis a vuestros amigos y familiares para que os acompañen en una fecha tan especial y tan esperada.

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Con la ilusión y el mimo que habéis puesto en la planificación no debe quedaros nada en el tintero y, por eso, el formato, diseño y contenido de estas cartas debe estar a la altura. Aquí van unas pistas para conseguirlo…

 

Tarjetas de invitación a las bodas de oro únicas

Estar preparando las tarjetas de invitación a las bodas de oro es una actividad reservada sólo a unos pocos afortunados. Vosotros sois la pareja que inspira a todos los que os conocen y en la que muchos aspiran a convertirse. Dejad que esa magia se note desde el momento en que abran el sobre vuestros invitados.

Para lograrlo, tendréis que poner atención a:

  1. Personalizarlo todo al máximo: desde el sobre hasta el papel en el que se imprimirán las tarjetas de invitación a las bodas de oro, del tipo de letra a las imágenes que acompañarán al texto.
  2. Buscar un elemento muy característico vuestro y que sea fácilmente reconocible para usarlo como un logo o como un detalle de la decoración de la tarjeta (y posteriormente del lugar en el día de la celebración). El proceso de escoger este motivo será parte de la diversión.
  3. Seleccionar fotos vuestras de entonces, para que quienes no estuvieron allí pudieran veros en esa primera ocasión frente al altar. Las podéis poner a los lados del texto de las tarjetas de invitación a las bodas de oro o, si preferís usar sólo una, como marca de agua haciendo de fondo del mensaje en la carta.
  4. Incluid algún detalle extra, para darle ese toque de modernidad y un punto divertido. Podéis usar un lacre para el sobre, un cordoncillo adornado con plumas y flores para rodear a las invitaciones, brillantina o confetti de corazones para que salga al extraer el contenido del sobre o, recurrir a la imaginación y, en vez de enviar una carta para invitar a vuestros amigos y familiares, mandadles un paquete dentro del que puedan descubrir una cajita con un vídeo con el mensaje de invitación, una botella con la invitación dentro o lo que se os ocurra con vuestras mentes creativas.

Por último, y por más que estéis disfrutando el proceso de diseño de las tarjetas de invitación a las bodas de oro, no olvidéis enviarlas a tiempo y solicitar confirmación de asistencia, algo que os hará falta de cara a la organización para seleccionar, por ejemplo, el lugar donde se celebrará y los menús de catering.