Cuando hablamos de tradición, sofisticación y belleza artesanal, pocas piezas pueden igualar al mantón de Manila. Este complemento, lleno de historia y significado, ha trascendido generaciones para convertirse en una opción elegante, distintiva y con carácter en eventos tan especiales como una boda.
En este artículo queremos compartir contigo todo lo que sabemos sobre cómo llevar un mantón de Manila en una boda. Ya sea que te cases y quieras lucirlo como parte de tu look de novia, o que asistas como invitada y busques destacar con una prenda única, aquí encontrarás consejos, ideas, protocolo y claves de estilo.
El mantón de Manila en bodas: tradición que nunca pasa de moda
l mantón de Manila no es un accesorio cualquiera. Se trata de una prenda con historia, nacida del comercio entre Asia y España en el siglo XVI y adoptada con entusiasmo por la cultura española, especialmente en Andalucía. Con sus delicados bordados de flores, aves o motivos vegetales, y sus largos flecos, representa la unión entre lo artesanal y lo simbólico.
Pero ¿por qué sigue tan presente hoy en celebraciones tan importantes como una boda? Porque es un elemento que transmite respeto por nuestras raíces, elegancia, feminidad y gusto por los detalles bien cuidados. En tiempos en los que buscamos personalización y autenticidad, el mantón de Manila es una elección que habla por sí sola.
Además, es versátil. Puede llevarse como protagonista o como complemento, sobre los hombros, anudado a la cintura, como capa o incluso reinterpretado en el peinado. Y eso lo convierte en una joya textil perfecta para lucir en un enlace.
¿Quién puede llevar un mantón de Manila en una boda?
Una de las preguntas más frecuentes es: ¿quién puede llevar un mantón de Manila en una boda? La respuesta es: prácticamente cualquier mujer que desee aportar un toque tradicional, elegante y diferente a su estilismo.
- Las invitadas: Si eres invitada a una boda, especialmente si es de tarde o noche, puedes lucir un mantón de Manila como parte de tu look. Te ayudará a destacar y te protegerá del fresco sin necesidad de recurrir a chaquetas o chales más convencionales.
- La madrina: Si eres madrina y no deseas llevar mantilla, el mantón de Manila es una alternativa igualmente formal y con gran carga simbólica. Eso sí, asegúrate de que combine bien con el vestido y respete el protocolo.
- La novia: Cada vez más novias se animan a incorporar el mantón de Manila como parte de su estilismo. Algunas lo heredan de sus madres o abuelas, otras lo eligen por estética. Puede lucirse durante la ceremonia civil, en las fotos, o como parte del cambio de look en el baile.
- Damas de honor: También puede ser un elemento que unifique visualmente a las damas de honor, especialmente si se eligen mantones en una gama cromática similar.
Andrea
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Protocolo para llevar un mantón de Manila en bodas
Aunque el mantón de Manila es un complemento flexible, conviene tener en cuenta ciertas normas de estilo y etiqueta para no desentonar y, sobre todo, para no restar protagonismo a la novia si no lo somos.
¿Qué mantón de manila elegir?
- Colores suaves para bodas de día: Marfil, crudo, tonos empolvados o pastel son ideales si el evento se celebra por la mañana o a primera hora de la tarde. Aportan luz y dulzura sin recargar.
- Colores intensos para bodas de tarde o noche: Burdeos, azul marino, verde esmeralda o incluso negro con bordados coloridos se vuelven protagonistas sin caer en lo excesivo.
- Evitar el blanco: A menos que seas la novia, el blanco (en cualquiera de sus variantes) está reservado para ella. Un mantón blanco o muy claro puede resultar inapropiado para una invitada, aunque sea precioso.
¿Cómo colocar el mantón de manila?
Existen muchas formas de llevar un mantón de Manila en una boda:
- Sobre los hombros tipo capa: Quizá la forma más tradicional. El mantón cae desde los hombros hacia el cuerpo, permitiendo que los bordados y flecos fluyan al caminar.
- Anudado en la parte delantera: Ideal para marcar la cintura y aportar un aire bohemio.
- Drapeado lateralmente: Si quieres un estilo más moderno, puedes dejarlo caer de un solo lado, sujeto con un broche bonito.
- Como chal cerrado por delante: Perfecto si deseas cubrir escote o brazos.
- En el cabello o el moño: Algunas novias y madrinas lo utilizan como adorno textil en recogidos, adaptando parte del bordado al peinado.
Lo importante es que el mantón no reste comodidad ni naturalidad. Conviene ensayar la forma de llevarlo antes de la boda y asegurarlo bien con alfileres o broches si es necesario.
Inspiración para invitadas: cómo lucir un mantón de Manila
Si eres invitada y estás considerando llevar un mantón de Manila, te damos algunas ideas para integrarlo con estilo a tu look de boda:
- Con vestido liso y de corte sencillo: Deja que el mantón sea el protagonista. Un vestido sin estampado, preferiblemente largo, con líneas limpias, será el mejor lienzo.
- Con trajes de dos piezas o conjunto: En bodas de otoño o invierno, un mantón bordado puede sustituir a un abrigo ligero o chaqueta, aportando color y movimiento.
- Con complementos a juego: Evita sobrecargar. Si el mantón tiene muchos colores, elige accesorios en tonos neutros. Si es más sobrio, puedes jugar con pendientes o bolsos llamativos.
- Como elemento simbólico o familiar: Muchas mujeres utilizan el mantón de una madre o abuela como gesto emocional. En este caso, el valor sentimental supera al estético y el resultado suele ser inolvidable.
El mantón de Manila como detalle para novias
Si tú eres la novia, quizá te hayas planteado lucir un mantón de Manila en algún momento del gran día. No es necesario llevarlo durante toda la ceremonia, pero sí puede ser un guiño personal, familiar o cultural muy bonito.
- Ideal para ceremonias civiles: Aporta solemnidad sin necesidad de velo o mantilla.
- Durante las fotos: Puede ser un recurso fotográfico precioso, jugando con los flecos, los bordados y el movimiento.
- En el cambio de estilismo para el baile: Muchas novias cambian de vestido o de complementos tras el banquete. El mantón puede formar parte de ese segundo look, aportando un aire más relajado y colorido.
- Para bodas temáticas o flamencas: Si celebráis una boda con guiños andaluces, el mantón es casi obligatorio.
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Por qué llevar un mantón de Manila en una boda es siempre un acierto
Llevar un mantón de Manila en una boda es una decisión estilística que va más allá de la moda. Es un homenaje a la tradición, una forma de expresión, un elemento que aporta textura, movimiento y personalidad. Ya seas invitada, madrina o novia, este complemento puede elevar tu estilismo y hacerlo inolvidable.
Eso sí, recuerda elegir bien el modelo, colocarlo con elegancia y respetar el estilo general del evento. Si lo haces con cariño, el mantón no será solo un accesorio: será parte de la historia de un día irrepetible.