¿A quién se le da el ramo de novia?

Cuando hablamos de organizar una boda, solemos pensar en el vestido, el lugar, el menú o la música. Sin embargo, hay gestos aparentemente sencillos que concentran una gran carga emocional. Uno de ellos es decidir a quién se le da el ramo de novia. Nosotros lo vemos constantemente en parejas que están planificando su gran día: esta elección genera dudas, expectativas familiares y, en ocasiones, cierto miedo a equivocarse.

Por eso hemos preparado esta guía completa, pensada para ayudarte a entender a quién entregar el ramo de novia, cuáles son las tradiciones, qué opciones existen hoy en día y cómo adaptar este gesto a vuestro estilo personal. Si estás a punto de casarte y quieres tomar una decisión informada, coherente y emocionalmente significativa, sigue leyendo; y si además estáis buscando fincas para bodas en Madrid o un catering para bodas en Madrid que os ayude a cuidar cada detalle del gran día, en Laurel Catering podéis encontrar opciones pensadas para celebrar una boda a vuestra medida.

Para entender el presente, conviene mirar al pasado. Tradicionalmente, el ramo de novia no era solo un complemento estético, sino un símbolo cargado de significado. Representaba fertilidad, buena suerte, prosperidad y continuidad familiar. Por eso, la pregunta a quién se le da el ramo de novia tenía una respuesta bastante clara en las bodas clásicas.

En este contexto, el ramo se entregaba a una mujer importante en la vida de la novia, normalmente alguien de la familia directa. El gesto era solemne, emotivo y se realizaba en un momento concreto del banquete o tras la ceremonia.

Cuando hablamos de tradición, a quién se le suele regalar el ramo de novia suele ser:

– La madre de la novia
– La madre del novio
– La madrina
– Una abuela

Este acto se interpreta como una muestra de agradecimiento por el apoyo, el cariño y el acompañamiento a lo largo de los años. Nosotros recomendamos esta opción cuando se desea una boda elegante, con guiños clásicos y momentos cargados de emoción.

Además, regalar el ramo a la madre o a la abuela suele convertirse en uno de los recuerdos más intensos del día, tanto para la persona que lo recibe como para los invitados que presencian el momento.

Aquí surge una de las dudas más habituales: a quién entregar el ramo de novia cuando hay más de una figura clave en la vida de la novia. Esta situación es muy común y, afortunadamente, tiene varias soluciones.

Entre las opciones más utilizadas hoy en día destacan:

– Preparar más de un ramo: uno principal y uno o dos secundarios
– Entregar el ramo original y regalar flores preservadas o detalles florales a otras personas
– Reservar el ramo para una persona y hacer un gesto distinto con el resto

De este modo, se evitan comparaciones y se consigue que todas las personas importantes se sientan reconocidas.

Otra de las decisiones clave es si el ramo se regala de forma directa o se lanza. En este caso, la cuestión de a quién se le da el ramo de novia cambia completamente, ya que entra en juego el azar.

El lanzamiento del ramo es una tradición popular, especialmente en bodas más informales o con un enfoque festivo. Se asocia a la idea de que quien lo atrapa será la siguiente persona en casarse, aunque hoy esta creencia se vive más como un juego que como una predicción real.

Cuando se lanza el ramo, a quién se le suele regalar el ramo de novia es, simbólicamente, a una amiga soltera o a un grupo de invitadas que participan en el momento. Este gesto suele ir acompañado de música, risas y fotografías espontáneas.

Nosotros observamos que cada vez más parejas optan por una solución intermedia: no lanzar el ramo principal. En su lugar, se prepara un segundo ramo específico para el lanzamiento. Así, el ramo original se conserva o se entrega a una persona especial, y el momento del lanzamiento no pierde protagonismo.

No todas las parejas desean seguir normas clásicas. Si este es tu caso, es importante que sepas que no existe una única forma correcta de decidir a quién entregar el ramo de novia.

Algunas alternativas modernas incluyen:

– Regalar el ramo a una amiga que atraviesa un momento importante
– Entregarlo a una hermana o prima como símbolo de vínculo
– Conservarlo como recuerdo personal
– Transformarlo después en un detalle decorativo o en un ramo preservado

Lo fundamental es que la decisión tenga sentido para vosotros y esté alineada con vuestra historia.

En los últimos años ha ganado popularidad la opción de regalar más de un ramo. Esto responde a realidades familiares más complejas y a la voluntad de evitar situaciones incómodas.

Cuando se opta por esta alternativa, la pregunta a quién se le da el ramo de novia deja de ser única y se convierte en plural.

En bodas actuales, a quién se le suele regalar el ramo de novia puede variar mucho más que antes. Algunas combinaciones habituales son:

– Un ramo para la madre y otro para la suegra
– Un ramo para una abuela y otro para una hermana
– Un ramo para una persona viva y un homenaje simbólico a alguien que ya no está

Este enfoque permite personalizar al máximo el momento y adaptarlo a la realidad emocional de la pareja.

Desde nuestra experiencia, la clave para decidir a quién entregar el ramo de novia sin generar tensiones está en la comunicación y la coherencia. Explicar la decisión con naturalidad y anticipación suele evitar malentendidos.

Además, apoyarse en profesionales de la organización de bodas ayuda a integrar este momento dentro del timing del evento, dándole la importancia justa sin que resulte forzado.

Aunque no existen reglas obligatorias, sí hay ciertas normas sociales no escritas que conviene conocer. No para seguirlas al pie de la letra, sino para decidir con mayor criterio a quién se le da el ramo de novia.

Entre ellas destacan:

– No improvisar el momento
– Evitar comparaciones visibles entre personas homenajeadas
– Adaptar el gesto al tono general de la boda
– Pensar en el significado emocional más que en la tradición

Nosotros siempre aconsejamos que el ramo sea una extensión de vuestra historia como pareja, no una obligación social.

Llegados a este punto, queda claro que no hay una única respuesta correcta de a quién se le da el ramo de novia. Hay tradiciones, sí, pero también hay historias personales, emociones y contextos distintos.

Nuestro consejo final es sencillo: elegid con el corazón, pero con información. Pensad en a quién entregar el ramo de novia como un gesto consciente, alineado con vuestros valores y con la experiencia que queréis ofrecer ese día.

Si además contáis con un equipo profesional que os acompañe en la organización, cada decisión —por pequeña que parezca— se transforma en un recuerdo inolvidable. Y eso, al final, es lo que hace que una boda sea verdaderamente especial.