Hay veces que la novia consigue sorprender a todos, y éste es el caso de la boda de Elena y Fran donde ella dejó a su madre boquiabierta ya al inicio de los preparativos, cuando le comentó que quería celebrar su gran día en un campo de fútbol en Zamora…


Muchas veces las novias parecen alocadas, pero, con un buen plan, se logra que el resultado sea único.


Así, un lugar diferente, una boda en el pueblo, se transforma en una experiencia diferente.


Lo primero es ir a ver el sitio a ver qué partido se le puede sacar y, en este caso, la iglesia era preciosa.


No sólo eso, se trataba del mejor escenario para una boda original y con profundas raíces en las tradiciones culturales de la zona.


La ceremonia no defraudó. El novio estaba elegantísimo y, aunque algo nervioso esperando a Elena, sonriente y bien arropado por todos los amigos y familiares que le acompañaban.


La novia no tardó en llegar. Estada radiante. Tanto el vestido como los complementos elegidos destacaban su belleza natural.


Aunque uno de los detalles más comentados fue el detalle del semi-recogido.


Un Mercedes Benz antiguo la llevó hasta la puerta de la iglesia.


Allí ya la estaban esperando todos los invitados. La salida del coche de la novia suele causar expectación porque es el momento en que se desvela el secreto mejor guardado: el vestido!


De la mano de su padre recorrió los últimos metros que le quedaban por recorrer hasta el principio de su nueva vida.


El ramo que eligió combinaba distintas variedades de rosa y lilies en color blanco.


Y la decoración de los bancos de la iglesia estaba perfectamente equilibrada con esa misma imagen serena.


El novio tenía claro que quería a la salida quería que fuera el cóctel y en El Laurel, quisimos aprovechar la magia del entorno.


 Se nos ocurrió hacer un mercadillo medieval con nuestros puestos, y con chill out de pacas de paja…


Todo seguía una línea rústica muy acorde con el marco elegido por los novios para la celebración.


Una mesa corrida estilo provenzal para que los más mayores puedan sentarse… fue parte del escenario del aperitivo, aunque el lugar presentaba otras opciones, también muy buenas para disfrutar de una cerveza fresquita.

Los aperitivos más creativos…


Los espectáculos de cocina en directo, que no podían faltar en una celebración por todo lo alto…


…el showcooking de huevitos fue un éxito…


Y bandejas y bandejas de los bocados más apetecibles.


Y clásicos, como el cortador de jamón y carrito de quesos.

Tenemos comprobado que, cada vez que salimos fuera, tenemos ocasión de vivir las bodas más auténticas, donde la gente más se involucra.


Y ese día, cuando llegamos, vimos la genial idea que habían tenido de colocar banderolas estilo mercadillo. ¡Realmente estábamos como en otra época!


La llegada de los gaiteros marcó la diferencia. Incluso los novios se animaron a bailar con ellos.


Sorpresa tras sorpresa, la tarde avanzaba hacia el momento de la cena, con un ambiente extraordinario.

Al llegar la hora de sentarse para degustar el menú, a todos les llamó la atención la carpa transparente. Desde allí, podrían disfrutar de las vistas de la iglesia, la antigua escuela y campo, mucho campo… Su abuela nos decía que parecía la jaula de los faisanes de su infancia, pero en grande!!


Mantelerías de flores, sillas de estilo francés y unos centros de mesa formados por arbolitos de paniculata invitaban a sentarse a disfrutar del menú de boda.

Los novios prestaron mucha atención a los detalles, desde el comienzo del día, hasta el último momento.


Protectores de tacones, abanicos para luchar contra el calor


Y a la hora del baile, quisieron un momento especial. La barra libre de ginebras Mombasa



Una decoración preciosa, unos novios guapísimos, sus familias emocionadas y súper dispuestas a que todo fuera un éxito!!


Animamos a todas las novias a decidirse por este tipo de bodas que son únicas e inolvidables… las posibilidades no terminan con la cantidad de pueblos con encanto y sitios maravillosos que hay en nuestro país!


Si realmente quieres una boda especial … en tu casa, en tu pueblo, en cualquier sitio que te produzca un sentimiento … se puede hacer. Estamos deseando conocer a los próximos Elena y Fran.