Una boda de estilo nórdico cautiva desde el momento en que los amigos y familiares reciben su invitación. Luis y Lourdes son amantes de las cosas sencillas, pero, al mismo tiempo, tienen un sentido de la estética que se pudo ver en muchos detalles de su celebración.

Para la fecha del sí quiero querían confort, caprichos y sorpresas, pero en un entorno cálido, acogedor y muy hygge, como manda la tradición escandinava. No es una forma de decoración únicamente, sino una forma de vivir, apreciando las pequeñas cosas, buscando el origen y fomentando el contacto con la naturaleza. Así es como proyectan su vida juntos estos novios y de esa forma lo vivieron sus invitados durante toda la celebración en la Finca Prados Riveros.

¿Tienes curiosidad por conocer la historia de su gran día?

 

La recepción y los aperitivos en una boda de estilo nórdico

Antiguas cajas de hortalizas, una bicicleta vintage, vasijas y maletas de otros tiempos decoraban los rincones adyacentes a la zona de la recepción.

Unas cervezas bien fresquitas recibían a los invitados.

¿Prefieres tomar la tuya en botella o en copa?

Las conversaciones y encuentros acaban de empezar.

Es un momento de mucha emoción. Qué ganas de saber lo que deparará el día.

También se sirvieron aguas aromatizadas.

Limón, menta o fresa: ¿cuál te apetece más?

¿Te parece original la forma de presentarlas?

Todas las tonalidades elegidas aseguraban la armonía con la naturaleza colindante. Colores tierra, verdes y beiges en el cristal, la arcilla y el cuero aportaban personalidad a la decoración.

Preciosas composiciones con cestas artesanales y plantas, obra de Flores Búcaro, para los espacios más instagrameables.

Qué ricos estos panecillos y colines. También están de foto… The Creative Shot, el fotógrafo de bodas supo captar la esencia de cada momento.

Entre los aperitivos, destacó el sushi. Ligero y colorido.

Pero los ahumados no se quedaron atrás. ¡Qué pinta!

Quesito listo para untar.

Y el bodegón… dicen que “uvas con queso, sabe a beso”.

El carrito de los quesos siempre se convierte en punto de reunión.

La sorpresa del aperitivo en esta boda de estilo nórdico llegó con el huertecito de El Laurel.

Estos novios sí saben lo que quieren.

 

Boda de estilo nórdico: el momento de degustación del menú

Una gran carpa, de Star Carpas, daba la bienvenida a los invitados, una vez encontraban su puesto en las mesas.

Cada una de ellas, identificada con una manzana verde y el nombre de una canción con significado para los protagonistas de esta boda de estilo nórdico.

Luis y Lourdes no quisieron usar mantelerías para boda. Preferían que la vajilla y la cubertería se dispusiera sobre la madera de las mesas alargadas que habían elegido para la ocasión.

Las sillas de bambú terminaban de configurar una atmósfera relajada y sencilla.

El contraste de la madera con los detalles en blanco dibujaba un escenario perfecto para disfrutar de cada plato y alargar la sobremesa.

El brezo a modo de centros de mesa para bodas ponía el toque escandinavo y combinaba a la perfección con ramas de eucalipto y hortensias. En Flores Búcaro saben lo que hacen y nos lo siguen confirmando en caca boda.

Y, para poner la nota de contraste, la altura de cada mesa la marcaban unos arbolitos mini, olivos.

El menú, en papel reciclado de tono tostado, terminaba de confirmar a los comensales que estaban a punto de vivir una experiencia gastronómica planeada con todo el cariño.

Brindis. La degustación del menú va tocando a su fin y lo que apetece es no dejar de saborear cada minuto.

La complicidad de los novios salta a la vista y la felicidad con que viven un día tan intenso lo llena todo.

Con las palabras que Luis y Lourdes dirigieron a sus amigos y familiares llegaron momentos emotivos.

 

¿Con qué nos quedamos de esta boda de estilo nórdico?

En el transcurso de esta boda de estilo nórdico hay muchos detalles, rincones, momentos y recuerdos con los que quedarse. Una planificación minuciosa, las ideas muy claras y la alegría de esta pareja fueron la clave de su éxito.

Saber rodearse de profesionales les terminó de garantizar que todo saliese sobre ruedas, como pudimos comprobar todos los que estuvimos allí con ellos y tal y como podrán ver tantas veces como quieran quienes vean el vídeo que les preparó Cinema Tempo Films.

El éxito en una celebración de este tipo, marcada por el buen gusto y la sencillez, se mide por las pequeñas grandes cosas, como el tipi que montaron para que los niños invitados a la boda pudiesen pasarlo bien.

La tarta árabe que eligieron como postre para un día tan especial.

O el tocado que completaba el precioso vestido de la novia.

¡Felicidades Luis y Lourdes!