Desde que María y Alberto llegaron al Laurel, sabía que sería una boda llena de detalles. Querían que sus invitados estuvieran cómodos, que recordaran su boda…y se notó en cada uno de los momentos. Por eso nos apetece compartir contigo las ideas más geniales de esta boda DIY.

 

Cómo lograr una boda DIY de éxito

María y Alberto eligieron para su gran día la Finca Casa de Oficios y querían disfrutar de todos los espacios, sin privarse de nada. La bodega fue uno de los lugares clave, que eligieron para realizar la ceremonia. La sorpresa fue el arco con tul que colocaron en el altar justo antes de hacer la entrada. Estaba preparado por ellos mismos y… les quedó monísimo!!

Y a ese espacio tan íntimo y decorado con tan buen gusto, llegó María, con vestido de novia de Pronovias de la colección 2016; para encontrarse con Alberto, elegantísimo con su traje de Enzo Romano. Allí, todos los invitados ya les estaban esperando, con la primera de las sorpresas preparadas para ellos por los novios en la mano.

Se trataba de unos pay pays artesanales, elaborados personalmente por María, que los hace por encargo para bodas. ¿A qué son ideales? En la imagen podéis ver uno de los modelos, aunque tiene bastantes diferentes.

Después del sí quiero, todos salieron al exterior, donde tuvo lugar el cóctel.

Los jardines de Casa de Oficios son uno de los espacios más apetecibles de la finca y, entre olivos y vasijas gigantes, todos pudieron disfrutar de los bodegones y aperitivos…

Cuando el aperitivo tocaba a su fin, los invitados repararon en la presencia de unos pallets donde encontrarían la información para saber dónde sentarse para la degustación del menú. Como no podía ser de otra forma en una boda DIY, de la papelería se encargaron personalmente los novios y, como Alberto es futbolista, decidieron poner a las mesas los nombres de los estadios más importantes del mundo.

El salón principal de la finca fue la zona elegida para la cena. A los novios les encantó el espacio nada más conocerlo pero, cuando lo volvieron a ver en su gran día, con todas las mesas con mantelerías de pajaritos y las jaulas formando parte de los centros de mesa para bodas, alucinaron.

La sensación era la de estar en plena naturaleza y, tanto ellos como sus invitados, quedaron encantados con la elección de decoración.

En esta boda DIY no faltaron las sorpresas y en el salón, cada invitado recibió un regalito más. Como detalle en las mesas, su tía les preparó unas galletitas monísimas… que a todos les encantó llevarse como recuerdo

Espero que te haya gustado esta boda DIY y que te anime a personalizar la tuya, preparando detalles hechos a mano, que tus amigos y familiares no olvidarán.