Hablar de bodas informales es hacerlo de sencillez y libertad. El término define el ambiente y determina los medios. A veces la elegancia simple evoca una sofisticada planificación, conduce a una velada discreta, y promueve una decoración minimalista. En este tipo de bodas el contraste es la clave: trajes de etiqueta y pies descalzos, flores silvestres recién cortadas en jarrones de cristal tallado y una barbacoa a modo de aperitivo.
Sea cual sea la interpretación que hagas del concepto de bodas informales, si sabes que te gustan y quieres poner en práctica sus principios, te debes comprometer a ello. El espíritu casual de tu boda puede que implique tener que renunciar a detalles como:
- Un vestido de novia voluminoso.
- Centros de mesa recargados.
- O una decoración excesiva.
Sin embargo, los buenos resultados están asegurados. Tú disfrutarás de ver tu sueño hecho realidad y tus invitados de tener la experiencia de participar en una boda única.
Para estar segura de que la tuya puede ser una de esas bodas informales que te inspiran, cierra los ojos, imagina el escenario de tu boda e intenta describir los detalles. Así responderás a todas las dudas que puedan surgirte y confirmarás si el casual será la etiqueta de tu gran día.
Bodas informales, ambiente relajado en tres pasos
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La ropa
Las bodas informales tienen por protagonista a una novia elegante y tranquila. Puedes llevar lo que más te guste: un vestido sin tirantes con un sombrero de paja, un traje pantalón o un mono retro con un toque distinto, una parte de arriba con una falda confeccionada a partir de encaje o un mini vestido primaveral.
Para acompañarte, el novio puede llevar pantalones de color canela con una americana azul marino, o incluso optar por un atuendo sin chaqueta. No hace falta que la ropa que lleve vaya a juego, sino que es más importante que busque la comodidad, eligiendo, por ejemplo, un par de zapatillas de deporte en vez de zapatos tipo Oxford, pero sin perder el estilo.
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Las invitaciones
Por supuesto, las invitaciones que envíes a familiares y amigos deben especificar la etiqueta, para no llamar a error. Y, también importante es que, ya desde esta primera toma de contacto con tu boda, se note la atmósfera distendida. Para conseguirlo, las bodas informales suelen apostar por invitaciones de boda originales y caseras; o por otras que encargan a profesionales pero donde predomina el buen humor que se nota en los dibujos, los colores y los estilos caligráficos escogidos.
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El menú
El toque más personal en las bodas informales lo pone el menú. Aquí es donde se define decisivamente una boda y, si buscas que la tuya tenga ese aire casual tan divertido no te rindas al tradicional menú sentados y habla con el servicio de catering para que te informen de las posibilidades de celebrar una boda buffet o tipo cóctel.
