En Laurel Catering llevamos años trabajando como el mejor catering para bodas y participamos en una gran parte del todo el evento y su protocolo. El velo de la novia es uno de los complementos que más tradición y protocolo conlleva, por lo que es importante conocer los aspectos del protocolo para bodas que le confieren.

Antiguamente, lo estricto era usar velo largo y que cubriera el rostro hasta la llegada al altar. Además, únicamente estaba permitido su uso en las bodas celebradas por la Iglesia, al ser un símbolo de la religiosidad que envuelve toda la ceremonia. Te recordamos que encontrarás todo lo que hay que saber sobre protocolo para bodas en nuestra guía:
Hoy en día las cosas han cambiado, y si bien es verdad que el velo sigue siendo tradición en las bodas religiosas, también se puede usar en las bodas civiles, abriéndose un abanico de posibilidades en cuanto a estilos de velo y tipos de tela.
Te contamos las cosas básicas que deberías tener en cuenta si ese día quieres llevar un velo.

El protocolo en torno al velo

El protocolo más estricto marca que si quieres usar un velo como complemento lo debes llevar ya puesto al salir de casa y no deberías retirarlo hasta que empiece la celebración y después de la sesión de fotos.
No obstante, esta tradición se ha relajado en los últimos años y lo que acostumbran a hacer la mayoría de novias es retirarse el velo antes de empezar la comida o la cena y sustituirlo por un tocado.
Otra conocida costumbre es la de que el velo debe cubrir la cara de la novia a la entrada a la Iglesia. Sin embargo, esta tradición se ha ido perdiendo poco a poco y actualmente son pocas las novias que tapan su rostro durante su llegada al altar, usando más bien el velo como un complemento del vestido.

Estilos de velos

Debes saber que el velo que elijas marcará de un modo determinante tu estilo ese día, al ser un complemento muy importante del vestido, por lo que debes tener en cuenta ciertas pautas a la hora de elegir el tuyo.
El velo corto se caracteriza por cubrir la cara de la novia, llegando a cubrir hasta la medida del hombro. Este tipo de velo está muy de moda en las bodas por lo civil, preferentemente en bodas de mañana, ya que aporta luminosidad y es muy natural.
El velo de codo es aquél que llega precisamente hasta la altura del codo de la novia, alcanzando la cintura por la parte de atrás.
El velo medio es un tipo de velo que suele llegar más o menos a la altura del brazo extendido de la novia. Es un velo más manejable que el típico velo largo y es perfecto si quieres llevar una mantilla.
Finalmente, tenemos el velo largo, de una longitud de entre 2 y 5 metros, ideal para cualquier novia, al ser el más arraigado a las antiguas costumbres. Es perfecto para las bodas clásicas y tradicionales, al aportar elegancia, romanticismo especial.
En cuanto a la tela para el velo lo ideal es el tul suave de seda, al aportar ligereza, una perfecta caída y la semi transparencia adecuada, aunque se pueden optar por otras telas como el nylon suave. Ambas permiten ser personalizadas con algún bordado o pequeñas incrustaciones, entre otras cosas.
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